Básicamente, la lámina de aluminio anodizado consta de un núcleo de aluminio y un revestimiento exterior anodizado. La anodización se crea mediante un proceso químico/físico. Al mirar la lámina de aluminio anodizado, tenemos un material de dos capas:
El núcleo de aluminio, que proporciona sustancia y estabilidad sin dejar de ser algo flexible.
La capa anodizada en la parte superior, que es muy delgada (aprox. 6-22 micras) pero también muy dura y fuerte, protege el aluminio de la influencia química y física.
El revestimiento anodizado en sí es de color blanco. Una vez aplicada, la capa anodizada se colorea incrustando pigmento de color en la superficie del material, proporcionando el acabado final.